Con gran participación de público y jinetes, esta jornada solidaria, una vez más reunió a la familia y a los amantes del campo y el aire libre.Ayer Domingo, la jornada de jineteada comenzó desde las 15:00 horas, cabe recordar que esta actividad fue propiciada para recaudar útiles escolares que serán donados a las escuelas rurales de la provincia.
En el inicio con un sol a todo esplendor, el encuentro se realizó en el campo de jineteada de la Agrupación Gaucha Rebenque y Coraje y es importante señalar que en el lugar se evidenció un gran acompañamiento por parte de los vecinos de Río Gallegos que disfrutan de esta actividad particular.
El día invitó a compartir un asado, a disfrutar de unas bebidas en la cantina apostada en el lugar, enmarcada por la infaltable música folklórica.
Por otra parte, es importante mencionar que los organizadores fueron Luis Sepúlveda y Víctor Toledo, que en esta oportunidad se encargaron de organizar y sincronizar la participación de cada monta y en este sentido es importante resaltar que a la cita no faltaron los jinetes que representaron a Santa Cruz, en el Festival de Jesús María, también varios amantes de este arte que implica la comunicación del hombre y el caballo, que no faltaron a la cita y vinieron a la capital santacruceña de las localidades de El Calafate.
Por otra parte, esta jornada en la Avenida Asturias tuvo otro color porque familias enteras y niños disfrutaron al observar la destreza de los jinetes y la hermosura de los equinos que sintiéndose protagonistas desplegaron toda su gracia en cada presentación.
Asimismo, es importante señalar que la animación estuvo a cargo de Eduardo Balaguer y estuvo acompañado por los relatos del paisano Cejas, al igual que con el humor y la comicidad de los payadores Pancho y Carlitos Estévez.
Cabe mencionar que este encuentro solidario se realizó con el objetivo de recaudar útiles para las escuelas rurales afincadas en la provincia de Santa Cruz, porque son establecimientos educacionales donde niños y jóvenes comienzan a su manera a tener otro contacto con el mundo a través de la lectura y las imágenes.
Porque estos niños van donde los padres consiguen mayores condiciones de trabajo o más dinero, transformándose en nómades solitarios. Estas escuelas están marcadas por las distancias existentes con las grandes poblaciones urbanas y sin duda, el vivir en el campo en Santa Cruz es sinónimo de sacrificio y capacidad de entrega.
Estos niños se ponen tristes cuando la escuela cierra, porque pierden la oportunidad de seguir leyendo y compartiendo un mundo que ellos quisieran conocer, por todas estas razones, porque no buscamos la manera de seguir ayudando a estos niños que serán en algunos años…nuestro futuro.
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