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sábado, 5 de mayo de 2012

Hoy se estreno 1892-1982 dos Historias de Malvinas Teatro Talia Pto San Julian -Sta cruz



En el día de hoy, viernes 4 de mayo, a las 20:30 hs. en el Cine Teatro Talía de San Julián, Provincia de santa Cruz, tendrá lugar el estreno de “1892-1982: Dos Historias de Malvinas”, uno de los unitarios ganadoresdel concurso federal “Nosotros” del Plan Operativo de Promoción y Fomento de Contenidos Audiovisuales Digitales 2010 (POPFCAD) impulsado por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y el Consejo Asesor del Sistema Argentino de TV Digital Terrestre.

Contará con la participación del brigadier Ernesto Rubén Ureta y  el comodoro (R) Gerardo Guillermo Isaac, los dos pilotos sobrevivientes del ataque al “Invencible”, quienes luego de la proyección brindarán una charla sobre la operación militar y sobre distintos aspectos de su estadía y convivencia en Santa Cruz durante la guerra.

El filme se proyectará también el sábado 5 y el domingo 6 de mayo a las 21:30 hs
La Unidad Académica San Julián (UASJ), de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral (UNPA), realizará hoy la presentación del documental unitario “1892- 1982: dos historias de Malvinas”, que enlaza, bajo la dirección de Pablo Walker, la epopeya colonizadora de la localidad, la tragedia familiar de Ana de la Colmena y la partida de la misión que atacó al “Invencible”, en una de las misiones más temerarias llevada a cabo por la Fuerza Aérea durante el conflicto bélico entre Argentina y Gran Bretaña
1892-1982: Dos Historias de Malvinas” se trata de un documental que procura relatar la compleja vinculación existente entre las Islas Malvinas y Puerto San Julián, un pequeño pueblo de la costa santacruceña.

Los primeros colonos que se asentaron en esa región fueron ovejeros kelpers, que en 1892 llegaron a ese puerto, procedentes del Archipiélago de Malvinas, distante unos 500 km.

Noventa años después, a raíz de la guerra iniciada por el dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, el aeropuerto de San Julián sería uno de los más activos durante la Guerra del Atlántico Sur.

“1892 – 1982, dos historias de Malvinas” concluye con una entrevista realizada en el cementerio argentino de Darwin, en las Islas Malvinas, a Bernardo Vázquez, hijo de uno de los pilotos fallecidos.

A casi treinta años de la muerte de su padre y del final de la guerra, Bernardo reflexiona acerca del significado de Malvinas en el inconsciente colectivo argentino.

Walker, el director, dijo que la idea era “vincular el pasado relativamente remoto, que son los momentos de la colonización de San Julián, básicamente protagonizada por ovejeros malvineros, y otro hecho que caló muy hondo en la memoria de los sanjulianenses, que es la presencia de los pilotos que salían del aeropuerto durante la guerra”.

Indicó que “desde el  punto de vista narrativo y estético el documental es bastante atrevido, porque hace algo que no es completamente innovador, pero es difícil, que es abandonar un poco los cánones del documental tradicional y recurrir a la ficción para contarle al espectador estos dos momentos”. En tal sentido, relató que uno de los mayores desafíos fue “utilizar el único avión A-4 que queda en la Argentina con el cual se atacó al ‘Invencible’, que está en el Museo Aeronáutico de Morón, para recrear el momento en que los pilotos se suben a los aviones y empiezan el carreteo para la misión”.

Asimismo, destacó el viaje a Malvinas con Bernardo Vázquez, hijo del primer teniente Juan Vázquez, caído durante al ataque al portaaviones; el trabajo fue realizado con actores sanjulianenses para la etapa de los colonos, y la recreación de la puesta en marcha de la misión se conretóa en Morón, con actores de Buenos Aires.

Respecto a la visita de Ureta e Issac, explicó que los ex combatientes “van a dar una charla que ellos dan habitualmente, porque el ataque al ‘Invencible’ es una operación aeronaval tan excepcional, tan temeraria, atrevida y creativa, que es observada y estudiada, inclusive a nivel mundial por otras fuerzas aéreas”.

“En el caso de San Julián, seguramente se va a agregar, además de la cuestión “puramente militar el tema de los vínculos afectivos y los recuerdos de la ciudad y de la Hostería Municipal, que era el lugar donde ellos pasaban sus momentos de espera  para las misiones”, detalló.
“Ahora quedará en la gente la valoración final del trabajo”, acotó.

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