Hace ya mucho tiempo, se viene discutiendo sobre la cultura y el peronismo, cosa que ya no nos asombra porque es una discusión de larga data, incluso estando en vida el conductor más grande de América, “El General Perón”. Desde sus inicios el peronismo estuvo criticado y resistido por los sectores de la alta sociedad (que consideraba que el pueblo no tenía derecho a acceder a la cultura). Esto comienza cuando Perón abre las puertas de los teatros, cuando los cabecitas negras llegan al Colon, luego de haberse lavado las patas en las fuentes de plaza de Mayo el 17 de Octubre de 1945.
Desde esa época se tejen todo tipo de hipótesis sobre si el pueblo debe tener acceso a la cultura o no, incluso hoy los Gobiernos han pasado a tomar a la cultura como una oficina burocrática más. O sea que la cultura es solamente para que facturen los amigos del poder y no para que el pueblo pueda cultivarse.
El peronismo tuvo grandes pensadores nacionales, poetas, cantantes, músicos, actores, etc.; con un gran sentido nacionalista de la cultura (no nazzionalista). En esa gran catarata cultural que creo e impulsó el peronismo, estuvieron los hombres más lucidos de la Argentina acompañando el proyecto nacional.
Hoy, ya en el 2010, nuestra cultura se basa en el choripán y en el tetrabrik, hoy todo es una cuestión de glúteos, donde la consigna es: “más mostramos mas medimos y más ganamos”.
Por suerte hay todavía una vieja (y en peligro de extinción) generación que resiste estos embates y brega por mantener en alto los cánones culturales del peronismo, en ellos podemos apoyar todos nuestros ideales culturales y seguir manteniendo la fe.
La lucha por popularizar la cultura, fue ardua y dura: oposición de la iglesia, oposición de la oligarquía de la época, ¡pero!, Perón tenía lo principal: “el pueblo”, “los descamisados”, que en definitiva eran los destinatarios de esa nueva cultura. La cultura peronista se impuso contra viento y marea, ya que la firme convicción de su conductor, más el apasionado trabajo de la abanderada de los humildes, hicieron que las puertas del teatro Colón se abrieran para el pueblo, que las puertas de las Universidades no se cerraran para los humildes de la patria.
Ellos hicieron de la Argentina del partido vacuno (conservador), una nueva Argentina, cambiaron la cultura de la esclavitud y la desigualdad por la cultura del trabajo y el bienestar. Cambiaron la cultura de la ignorancia por la cultura del saber y del progreso, en definitiva: cambiaron las raíces de la argentina.
Nuestros más grandes pensadores, fueron los encargados de sostener este proceso, ya que sin el acompañamiento de estos, el proceso de transformación cultural no hubiera sido posible. Perón crea todo tipo de herramientas para que el pueblo acceda a la cultura, o mejor dicho, que la cultura deje de ser para una élite, desde hacer desaparecer la “comisión purificadora del idioma” (que prohibía cantar tangos con lenguaje lunfardo), hasta crear los sindicatos de los trabajadores de la cultura (que no existían hasta ese momento), y cuya precursora fue Evita, que fue quien creara el sindicato de artista de variedades.
Muchas fueron las innovaciones que el peronismo introdujo, por no decir todas, ya que hasta la aparición de Perón en la escena política, la cultura venía desde la lejana (y ajena a nosotros) Europa. Hasta las construcciones se hacían copiando los modelos europeos, el folclore Argentino era cosa de gente incivilizada, y el tango era cosa de gente indecente. La lucha de los sectores populares por ganar un espacio en la cultura fue grande y estéril hasta la llegada del peronismo, y como muestra de esa lucha (que es ancestral), tenemos la danza la “petaquita”, que es una mezcla de música popular argentina y minué. Nos explica el gran maestro “Gustavo Cuchi Leguizamón” que la petaquita se mezcla con la cueca (danza Americana), para poder bailarla en las escuelas coloniales de Salta, ya que en las fiestas de la época la danzas nativas argentinas no eran consideradas culturales, en cambio al incorporarle la cueca al minué se acepto en las escuelas del Rey, siendo uno de los primeros avances de la cultura popular sobre la cultura clásica. Hasta en eso había influencia extranjera. También tenemos la teoría que nos cuenta siempre el gran Cuchi Leguizamón sobre la chacarera, que dice que en el mundo de las contradicciones, donde les negamos la posibilidad de conciencia a los animales, el “sapo rococó” es el inventor de la chacarera. O lo que es peor aún, el tango en sus orígenes fue considerada una danza prostibularia e indecente que las niñas de la sociedad porteña no podían bailar, porque era una danza vergonzante.
En la concepción peronista, se da la tríadica Estado, Cultura y Pueblo, donde el Estado es la herramienta que motoriza las dos restantes, ya que sin el Estado, la cultura se desvincula del pueblo y como consecuencia se desvincula de la realidad nacional. Es por ello que el estado debe ser el garante del funcionamiento de la cultura como nexo con el pueblo, ya que sin cultura no hay pueblo que se desarrolle y nación que se sostenga. En la concepción peronista, la cultura tiene presente el pasado histórico de la nación para construir el futuro o la nueva Argentina.
LA DOCTRINA DE LA NACION COMO FILOSOFIA NACIONAL
DOCTRINA DE LA NACION EN MATERIA. CULTURAL
1) La Doctrina Nacional es una nueva filosofía de la vida, simple, práctica, popular, profundamente cristiana y profundamente humanista.
LA FILOSOFIA NACIONAL DEBE IMPREGNAR EL DESARROLLO CULTURAL
2) Cómo filosofía nacional, la doctrina que sustenta la Comunidad argentina debe realizarse en todas las formas y expresiones del desarrollo cultural.
LA CULTURA DE LA NACION DEBE INSPIRARSE EN LA DOCTRINA NACIONAL
3) La cultura nacional, conformada según la Doctrina Nacional, debe ser como la misma doctrina: simple, práctica, popular, cristiana y humanista.
ALCANCES DEL SENTIDO CRISTIANO DE LA DOCTRINA NACIONAL
4) La Doctrina Nacional es cristiana en cuanto reconoce la valorización espiritual del hombre y de la sociedad humana y sus fines trascendentes.
OBJETIVOS DE LA ACCION CULTURAL: UNA NUEVA CONFORMACIÓN DE LA CULTURA
5) La acción cultural de la Nación ha de tener como objetivo otorgar una nueva conformación a la cultura argentina según los principios fundamentales de la Doctrina Nacional mediante el desarrollo de la cultura social y el ejercicio de los derechos constitucionales correspondientes.
LAS ACTIVIDADES CULTURALES; LA COMUMDAD ORGANIZADA
6) Las actividades culturales (científicas, técnicas, históricas, artísticas y deportivas) deben contar con el auspicio permanente del Gobierno, del Estado y de las organizaciones concurrentes del Pueblo.
EL LIBRE ACCESO DEL PUEBLO A LA CULTURA Y A LA EDUCACION
7) El Pueblo debe tener libre acceso a todas las fuentes y manifestaciones de la cultura y de la educación.
FINALIDAD DE LA EDUCACION
8) La educación debe tener como finalidad realizar la formación moral, intelectual y física del Pueblo sobre la base de los principios fundamentales de la Doctrina Nacional.
CONDUCCION Y EJECUCION DE LAS ACTIVIDADES DE NATURALEZA CULTURAL
9) El Gobierno y el Estado deben promover las actividades de naturaleza cultural en relación con las organizaciones correspondientes del Pueblo. A éstas corresponde el desarrollo ejecutivo de la acción cultural.
FUNCION SOCIAL DE LA CULTURA INDIVIDUAL
10) La cultura individual, cuando no cumple con su función social, es un privilegio inadmisible en una Comunidad justa y solidaria
CONDUCCION Y EJECUCION DE LA ACCION EDUCATIVA
11) La acción educativa debe ser conducida por el Gobierno y realizada por la familia, por el Estado, por las entidades privadas concurrentes y por los organismos del Pueblo.
LA EDUCACION, RESPONSABILIDAD SOLIDARIA DE LA COMUNIDAD
12) La educación de la niñez y de la juventud constituye una responsabilidad individual y social, conjunta y solidaria, de cada uno de los argentinos.
ORIENTACION FUNDAMENTAL DE LA EDUCACION NACIONAL
13) La educación nacional debe orientarse hacia la formación de hombres buenos, honrados y prudentes. La sabiduría no reside tanto en el conocimiento de las disciplinas científicas y técnicas cuanto en el reconocimiento de los valores que dignifican al hombre y de las normas fundamentales de solidaridad.
LA FAMILIA Y LA ESCUELA EN LA ACCION EDUCATIVA
14) La familia debe ser la primera escuela en el ciclo educativo nacional. La escuela debe ser un hogar para la niñez y la juventud. Los padres deben ser maestros de sus hijos. Los maestros deben ser un poco padres de sus alumnos.
LA FORMACION ESPIRITUAL Y MORAL Y LA CAPACITACION DE CONDUCTORES
15) La acción educativa nacional debe atender primordialmente a la formación espiritual y moral de la niñez y de la juventud, capacitándolas para la conducción individual y para la conducción social, económica y política de la Comunidad.
EL DESARROLLO DEL CRITERIO, OBJETIVO BASICO DE LA EDUCACION INTEGRAL
16) En la educación integral es básico el desarrollo del criterio como condición fundamental para la conducción de la propia vida, de la familia y de las organizaciones propias de la Comunidad.
LA FORMACION INTEGRAL DEBE ATENDER AL EQUILIBRIO DE LOS VALORES INDIVIDUALES DEL HOMBRE
17) La formación integral de los ciudadanos argentinos debe tender a realizar en cada uno de ellos el equilibrio armónico entre el desarrollo de la inteligencia, de los sentimientos y de la voluntad, y el desarrollo de la salud física necesaria.
UNIDAD DE CONCEPCION EN LA ACCION EDUCATIVA
18) La acción educativa nacional debe ser desarrollada con unidad de concepción en todo el país, sin que ello importe desatender las necesidades regionales o locales correspondientes.
FORMACION HUMANISTA INTEGRAL EN LA ENSEÑANZA TECNICA, PROFESIONAL Y SUPERIOR
19) Los centros de enseñanza técnico-profesional y las universidades deberán también atender a la formación humanista integral de sus alumnos.
ORGANIZACION DE DOCENTE Y ALUMNOS EN LA COMUNIDAD NACIONAL
20) Las organizaciones representativas de docentes y alumnos deben contar con el auspicio permanente del Gobierno y del Estado, con la sola condición de que concurran al desarrollo efectivo de los principios generales de la Doctrina Nacional.
Entendiendo estos concepto como fundamentales para el desarrollo le la comunidad organizada, debemos poner de pie a la cultura que se encuentra en terapia intensiva. La cultura no produce dinero, solo felicidad al pueblo e intelecto, por eso quizás no se le dé la importancia que debe tener como eje central en el desarrollo de la nación, esto de la cultura es un tema de fácil resolución, ya que está todo escrito en la doctrina peronista, solo hay que volver a las fuentes y tendremos un pueblo feliz y una patria grande, JUSTA LIBRE Y SOBERANA.
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