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viernes, 19 de marzo de 2010

Argentina Sono Film - Tango La 1ª Pelicula Sonora


Era un estudio de cine argentino, fundado en 1933. Actualmente funciona como productora y distribuidora de cine.

Primera década, nacimiento y ascenso :

Luis José Moglia Barth, quien había dirigido algunas películas mudas, le propuso a don Ángel Mentasti, que era un importante comerciante de películas, la realización de un largometraje sonoro con tangos en la trama. De esta propuesta nacía Argentina Sono Film. Para llevar a cabo la película, que llevaría por título precisamente ¡Tango!. Se trata de una cabalgata musical, es decir, una sucesión de números musicales, en que intérpretes populares, que ya eran conocidos por el público, se lucían cantando y actuando. Para la película Mentasti contrató a Azucena Maizani, Luis Sandrini, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Tita Merello, Pepe Arias, Alberto Gómez, Alicia Vignoli, Meneca Tailhade, y Juan Sarciones. También intervienen las orquestas de Juan de Dios Filiberto, Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Edgardo Donato, Ponzio-Bazán y Juan D’Arienzo. Completa el elenco el bailarín José Osvaldo Bianquet (El Cachafaz).

Así, ¡Tango! (1933) fue el primer largometraje de la Sono Film, y fue también el primero con sonido óptico del país. Algunos autores sugieren que otros filmes sonoros, usando la misma tecnología, ya estaban terminados antes de que se realizara Tango, pero el hecho cierto es que fue la primera en estrenarse. Luis José Moglia Barth dirigiría ese mismo año Dancing (1933) otra película musical sobre tangos, de la que no se cuenta con copias actualmente.

La tercera producción de ASF, también dirigida por Luis José Moglia Barth, será Riachuelo (1934), que terminaría de consagrar a Luis Sandrini como estrella del cine del momento. Este y otros estrenos fueron material de exportación, llevados a España. Dirigió también para la Sono Film: ¡Goal! (1936), Amalia (1936), Melodías porteñas (1937), Melgarejo (1937), El último encuentro (1938), Senderos de fe (1938), Doce mujeres (1939), Una mujer de la calle (1939), Con el dedo en el gatillo (1940), Huella (1940), Confesión (1940). Entre estas destacan Amalia, que fue la primera versión sonora de una importante novela argentina (de José Mármol), Melodías porteñas (que era otro musical tanguero), Con el dedo en el gatillo (un policial de género) y Huella (un film de ambiente histórico rural).

Hacia 1935 más de un director debutaba en el sonoro realizando películas para ASF. Arturo S. Mom que solo había dirigido en 1930 un film mudo, debutaba en el sonido dirigiendo Monte criollo (1935) un thriller, con trabajada fotografía de Francis Boeniger (quien también había iluminado Riachuelo y volvería a trabajar para la compañía) y escenografías art decó a cargo de Juan Manuel Concado (quien venia desempeñándose como director de arte desde los comienzos, en ¡Tango! y las que le siguieron). Volverá a dirigir para la compañía en 1936 la comedia Loco lindo.

También Mario Soffici dirigía El alma del bandoneón (1935), un melodrama musical, de tono tanguero, con Libertad Lamarque y Santiago Arrieta. Más tarde volverá a dirigir para la ASF, durante los años treinta: Puerto Nuevo (1935), Cadetes de San Martín (1936), Viento Norte (1937), Kilómetro 111 (1938), El viejo doctor (1939) y Cita en la frontera (1940). En sus primeros films no solo demostró un estilo poco común para su tiempo, sino que ya anticipaba también algunas de sus preocupaciones sociales, pero no será hasta dejar la Sono Film que se consagrará con Prisioneros de la tierra, película que no podría haber realizado en el marco de los estudios.

Hacia 1936 hacía su aparición Luis César Amadori que dirigía junto a Mario Soffici, Puerto Nuevo. Amadori venía del teatro y era además crítico de espectáculos y compositor de tangos. Luego dirigiría numerosas producciones de la Sono como El pobre Pérez (1936), Maestro Levita (1937), Madreselva (1938), Caminito de gloria (1939) y El haragán de la familia (1940). Todas sus películas del período consistieron en relatos fluidos e ingeniosos, comedias sentimentales y enredos de personajes en tramas de compleja resolución.

Sus relatos estaban inclinados hacia el costado social y en alguna medida crítico, con un retrato de personajes marginales que buscaban un lugar en la sociedad. Luego migraría hacia otro tipo de personajes, de otro estatus social, con otra clase de conflictos a resolver. Luis César Amadori también estuvo encargado de dirigir el doblaje de varias películas animadas que la Disney encargó a Argentina Sono Film. Estuvo a cargo algunos años después, de dirigir el doblaje de Pinocho (1940), Fantasía (1941), Dumbo (1942) y Bambi (1943). En 1940 Amadori se convertía en director de Argentina Sono Film, estudios de los que luego llegaría a poseer más del 50% de las acciones, hacia fines de los años cincuenta. Por su simpatía con el peronismo, se exilió en España en 1956 con la caída de la democracia.

Un caso muy curioso en la historia de la Sono Film, es el del director de fotografía John Alton. De nacionalidad húngara, Alton llegó a la Argentina de la mano de Enrique Telémaco Susini, para trabajar en los estudios Lumitón, sin embargo, luego de Los tres berretines Alton tuvo diferencias con el grupo y no trabajó más con ellos. Para la Sono trabajó junto a varios directores como Luis Moglia Barth, Sóficci y Amadori, incluyendo Amalia (1936), El pobre Pérez (1937) y Cadetes de San Martín (1937), entre otros. Hacia el final de la década, regresó a Hollywood donde se haría famoso años más tarde por su trabajo en clásicos del film noir y ganaría el Óscar por An American in Paris (1951) de Vincente Minnelli.

Luis Saslavsky trabajó para la Sono Film, fue convocado para dirigir a Libertad Lamarque en uno de los más recordados melodramas: Puerta cerrada (1939), en este film también hizo la fotografía John Alton y según algunas fuentes este participó también de la dirección del film. Saslavsky también dirigiría a Pepe Arias, en El loco serenata (1939). Su estilo supo combinar un cine de entretenimiento con una búsqueda estética novedosa. Saslavsky también tendría que exiliarse tiempo después, durante 15 años, debido a la persecución ideológica durante el período peronista. Luis Saslavsky junto a Alberto de Zavalía fundó SIFAL, una productora independiente que sólo produjo dos filmes: Crimen a las tres (1934) y Escala en la ciudad (1935).

Alberto de Zavalía también trabajó para la Sono, dirigiendo Dama de compañía (1940) con Olinda Bozán, y La vida de Carlos Gardel (1939), un drama musical con Hugo del Carril como Carlos Gardel. Intelectual, culto y refinado se convirtió en uno de los realizadores esteticistas en los comienzos del cine sonoro. La temática de sus películas oscila entre lo histórico, lo popular, y algunas comedias, géneros que siempre realizó con dedicación y oficio.

Otro director que se desempeñó en el ámbido de ASF fue Orestes Caviglia quien había comenzado actuando, también para la Sono, bajo la dirección de Luis Moglia Barth, Sóffici y Amadori. En 1938 dirigió su primer film, Con las alas rotas, con Mecha Ortiz y Ángel Magaña. Luego logró dirigir El matrero (1939) con Amelia Bence, todavía con la compañía y luego dirigió otras películas mas sin mucho éxito. Durante el gobierno peronista tuvo que exiliarse. Retornaría en 1956, pero solo volvería al cine como actor.

El chileno Carlos Borcosque fue convocado por la Sono en 1939 para dirigir Alas de mi patria, con Enrique Muiño y Delia Garcés, que según algunos autores constituyó la más importante y espectacular realización del cine argentino, al menos hasta los años ochenta. El famoso artista Raúl Soldi fue director de arte en esta producción, así como lo fue de la gran mayoría de los films de la Sono durante este período. También Alberto Etchebehere, director de fotografía, estuvo a cargo de la misma en este film, así como en muchos otros de la productora, desde los comienzos, con ¡Tango!. Borcosque también dirigió ...Y mañana serán hombres, un drama de tono familiar de 1939.


Cine de la Argentina :

El cine de la Argentina, ha sido históricamente uno de los tres más desarrollados del cine latinoamericano, junto a los producidos en México y Brasil.[1] A lo largo del siglo XX la producción cinematográfica argentina, apoyada por el estado y avalada por el trabajo de una larga lista de directores y artistas, se convirtió en una de las principales del mundo en idioma castellano.

Introducción del cine al país :

Un poco después de la aparición del cinematógrafo, se efectuaba el 18 de julio de 1896 en el Teatro Odeón la primera proyección cinematográfica del país en la ciudad de Buenos Aires. Se trataba de los célebres cortos de los Hermanos Lumière que se habían estrenado el año anterior en París, Francia. Tiempo antes, también en esa ciudad se había importado, sin mayores repercusiones, el espectáculo del kinetoscopio invento del norteamericano Thomas Alva Edison. Estas actividades fueron durante mucho tiempo no más que una forma de entretenimiento y actividad comercial.

Primeras películas nacionales :

En 1897, el operador francés Eugenio Py realizó el documental La bandera argentina que consistía en una vista documental de la bandera argentina flameando en la Plaza de Mayo, se podría considerar a esta como la primera obra cinematográfica nacional. Le siguieron Viaje a Buenos Aires en (1900) y La revista de la escuadra argentina (1901). Por eso se abrieron en Buenos Aires las primeras salas.

En los primeros años del siglo XX varios autores argentinos continuaron experimentando las posibilidades del nuevo medio realizando noticieros y registros documentales. Eugenio A. Cardini filmó Escenas Callejeras (1901) y Mario Gallo realizó El fusilamiento de Dorrego (1908), que fue la primera película con trama argumental.

La historia y literatura nacionales proporcionaron la temática básica del cine argentino en sus comienzos. Uno de los primeros éxitos del cine nacional fue Nobleza Gaucha, película realizada en 1915 por Humberto Cairo, Eduardo Martínez de la Pera y Ernesto Gunche, inspirada en el Martín Fierro de José Hernández. El primer largometraje sería Amalia (1914), sobre la novela homónima de José Mármol. En 1917 se realizaba El apóstol primer largometraje animado de la historia del cine, consistía en una sátira al entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Ese mismo año debutaba Carlos Gardel en el cine, en el filme Flor de durazno dirigido por Francisco Defilippis Novoa.

La llegada del cine sonoro :

La incorporación del sonido tuvo una gran influencia sobre el público. En 1931 se filma Muñequitas porteñas dirigido por José A. Ferreyra sería el primer filme sonoro y hablado por el sistema Vitaphone de sincronización sonora. Pero en 1998 el reconocido periodista investigador Roberto Di Chiara descubrio el primer film político denominado "Por una Argentina grande, justa y civilizada" (1931) de Federico Valle, en donde hablan Lisandro de la Torre, Mario Bravo, Julio Noble, y otros, película desconocida por el pueblo argentino. Hacia 1933 se da la llegada del sistema Movietone, el primero que permite guardar la banda sonora en el mismo soporte que la imagen. Nacen ese mismo año los dos primeros estudios cinematográficos del país: Argentina Sono Film fundado por Ángel Mentasti y Lumiton creada por Enrique Telémaco Susini, César José Guerrico y Luis Romero Carranza. Luego llegaría el sistema de sonido óptico inventado por Lee De Forest, el Phonofilm. Con este equipamiento se grabaron numerosos números musicales de Carlos Gardel, a la manera del actual video clip.

La industria del cine en la Argentina se inició en la práctica con la llegada del sonido óptico. Con la incorporación del sonido, serán la radio, la industria discográfica y el teatro de revistas los que aportarán actores (voces) ya conocidas por la gente. La banda de sonidos llegaría a ser tan importante que incluso se le exigía a los actores que entonaran canciones, a pesar de no estar preparados para ello. Así se puede llegar a considerar que el sonido es tan importante en el cine argentino, dado que sin el posiblemente no hubiera existido una industria. El cine mudo no había logrado en el país acceder a un gran público.

Los dos primeros films sonoros (sin discos), estrenados con una semana de diferencia fueron Tango (1933) dirigido por Luis José Moglia Barth y producido por Argentina Sono Film, y Los tres berretines, protagonizada por Luis Sandrini y producida por Lumiton. Lo siguen otros filmes exitosos de la época, de Mario Soffici El alma del bandoneón (1935) y Prisioneros de la tierra (1939); de Manuel Romero La muchachada de a bordo (1936) y de Leopoldo Torres Ríos La vuelta al nido (1938), que marcaron el momento de madurez del cine argentino en la década del 30'. En esta época se consagraron estrellas como: Libertad Lamarque, Tita Merello, Pepe Arias, Luis Sandrini y Niní Marshall.

El sistema Movietone significó la ganancia de miles de pesos para las flamantes productoras, que pudieron seguir expandiéndose. Se había creado un público, gracias al sonido, en esta época, el sonido será pues, sinónimo de mercado, convierte al cine en un producto de consumo popular. Lo que se está vendiendo en esta primera época es producto ya conocido, pero que puede ser gozado en la oscuridad de la sala de cine, allí se daría una relación de proximidad con cantantes, bailarines u orquestas populares, por tan solo unos centavos de entrada.

A medida que se avanzó en la producción de filmes sonoros, la integración de imagen y sonido se fue haciendo más orgánica. Las películas ya no eran números musicales, o escenas mudas musicalizadas, sino que se lograba lo que denomina Síncresis, la unión indisoluble de los aspectos visuales y sonoros del filme, dando lugar a un cine mucho más rico y ya con identidad propia, dejando de lado los vicios del cine primitivo.

El cine clásico :

A partir de 1940 el cine argentino entró en un largo periodo de crisis cinematográfico determinado por la competencia comercial del cine estadounidense y el predomino del cine mexicano que estaba en su "Época de Oro" y dominaba el mercado en los países de habla hispana. Algunas de las grandes películas de la década fueron Historia de una noche (1941) y La dama duende (1945), ambas de Luis Saslavsky; La Guerra Gaucha (1942) y Malambo (1945) de Lucas Demare y Hugo Fregonese; Pelota de trapo (1948) y Crimen de Oribe (1950) de Leopoldo Torres Ríos, y Las aguas bajan turbias (1952) de Hugo del Carril.

En esa década saltan a la fama las hermanas gemelas actrices Mirtha Legrand y Silvia Legrand.

El primer nuevo cine argentino :

Desde 1957 una nueva generación de directores consiguió aunar la habilidad técnica con el refinamiento estético, por lo que se consiguió participar en festivales internacionales. Leopoldo Torre Nilsson, Fernando Ayala, David José Kohon, Simón Feldman y Fernando Solanas, fueron los protagonistas de esta renovación del cine argentino en la década de 1960.

Un caso excéntrico es el de Hugo Santiago, creador de un film de culto, Invasión y Los otros emigrado definitivamente a Francia. Posteriormente otros directores consiguieron su estilo cinematográfico, como José Martínez Suárez, Manuel Antín, y Leonardo Favio. En el cine infantil de dibujos animados se destaca Manuel García Ferré (Petete y Trapito, 1975; Ico, el Caballito Valiente, 1981).

El cine de la post dictadura :

En la década del 80, realizadores como María Luisa Bemberg con Camila (1984), Pino Solanas (El exilio de Gardel (Tangos), Sur), Luis Puenzo (La Historia Oficial) y Adolfo Aristarain (Tiempo de revancha, Un lugar en el mundo), atrajeron la mirada de nuevos públicos.

El segundo nuevo cine argentino :

En la década del noventa surge una nueva corriente denominada comúnmente como nuevo cine argentino, marcada por el carácter independiente de las realizaciones, y un cambio en la mirada. El precursor en este movimiento es Martín Rejtman quien hace en 1991 su ópera prima Rapado. Otro filme que marca un punto de inflexión en la realización es Picado fino (1994) de Esteban Sapir. Sin embargo no será hasta 1998 que estos nuevos realizadores logran tener una mayor difusión. La primera película que tiene una repercusión pública, dentro de esta nueva generación, es Pizza, birra, faso, de Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano. A esa le siguieron Mundo Grúa (1999) de Pablo Trapero y otras que continuaron esa línea de películas de tónica y personajes reales, bajo presupuesto y actores no conocidos.

Desde los comienzos y hasta nuestros días se han estrenado casi 2.500 películas argentinas, siendo los años 2004 y 2005 con 66 y 63 respectivamente, los que registran la mayor cantidad de estrenos.

En 2009 se estrenó la película El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, basada en la novela "La pregunta de sus ojos" de Eduardo Sacheri. El film cuenta con las actuaciones de con Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella y gran elenco. Superando los 2.000.000 de espectadores, se convirtió en la película argentina más taquillera de toda la historia del cine nacional, superando a "Nazareno Cruz y el lobo" de Leonardo favio, estrenada en los años ´70.

Cine Independiente Argentino :

Alberto Fischerman estrena su ópera prima, The Players versus Ángeles caídos. El film, un trabajo experimental con elementos reconocibles de la cultura pop, se presenta como ejemplo de cine-participación (desde la configuración de film-abierto, según los postulados del semiólogo Umberto Eco sobre la obra abierta). En abril de 2002, Hernán Andrade y Víctor Cruz presentaron en dos funciones a sala llena (dentro del Buenos Aires IV Festival Internacional de Cine Independiente) su documental La noche de las cámaras despiertas. Basado en el texto homónimo de Beatriz Sarlo sobre los hechos de censura sucedidos precisamente a comienzos de los '70 en la obra del llamado entonces Grupo de los 5 (que integraban junto a Fischerman, Ricardo Becher, Raúl de la Torre, Nestor Paternostro y Juan José Stagnaro). En el medio se tensa una linea histórica, difusa e intensa a la vez, de lo que dio en llamarse Cine Independiente Argentino.

Raúl de la Torre :

Fecha de Nacimiento: 19 de febrero de 1938
Lugar: Zárate, Buenos Aires, Argentina
Fecha de Muerte: 19 de marzo de 2010
Lugar: Ciudad de Buenos Aires, Argentina ( paro cardiorrespiratorio)
Nacionalidad: argentina

Director:
1. Peperina (1995)

2. Funes, un gran amor (1993)

3. Color escondido (1988)

4. Pobre mariposa (1986)

5. Pubis angelical (1982)

6. El infierno tan temido (1980)

7.Sola (1976)

8. La revolución (1973)

9. Heroína (1972)

10. Crónica de una señora (1971)

11. Juan Lamaglia y Sra. (1970)

Co-dirección:
1. The Players vs. Ángeles caídos (1969)












La Guerra Gaucha 1942

Guionista:
1. Peperina (1995)

2. Funes, un gran amor (1993)

3. Color escondido (1988)

4. Pobre mariposa (1986)

5. Pubis angelical (1982)

6. Sola (1976)

7. La revolución (1973)

8. Heroína (1972)

9. Crónica de una señora (1971)

10. Juan Lamaglia y Sra. (1970)

Intérprete:
1. Peperina (1995) Policía

2. Juan Lamaglia y Sra. (1970)

Producción:
1. Sola (1976)

Música:
1.Color escondido (1988)


Argentina Sono Film S.A.C.I.: Compañía productora y distribuidora fundada en 1933 por el pionero del cine argentino Ángel Mentasti.

TANGO! el primer film sonoro argentino (*)
"Tango, tango y meta tango. He aquí, y en pocas palabras, la síntesis más cabal de esta película que reúne en su elenco a lo más importante de nuestra música ciudadana."

Así calificó un crítico de la época a "Tango!", el primer film sonoro argentino que se estrenó el 27 de abril de 1933 y se constituyó no sólo en la primera película nacional hablada y cantada, sino en un éxito de público y en la semilla germinal de Argentina Sono Film, su productora. Con un costo total de 20.000 pesos, en una semana se recaudó la inversión. Tango! reunió en su elenco a lo más popular y querible de los espectadores de aquella época. Los nombres de Libertad Lamarque, Azucena Maizani, Luis Sandrini,Tita Merello, Pepe Arias, Alberto Gómez, Mercedes Simone, Alicia Vignoli y Juan Sarcione se unían a las orquestas de Edgardo Donato, Juan de Dios Filiberto, Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Ernesto Ponzio, Luis Visca y Juan Carlos Bazán. Si bien Libertad ya había tenido su presencia en el cine mudo, ésta es la primera vez que se la ve y escucha en una pantalla. Podemos decir que es el nacimiento de la gran estrella, la novia de América, que quizás no imaginaba que llegaría a filmar mas de 60 películas en tres países; Argentina, México y España. La película, que recorrió con igual suceso las pantallas de nuestro país y las de toda América latina, fue dirigida por Luis Moglia Barth, un realizador que, contagiado del fervor de los fundadores de Argentina Sono Film, se convirtió posteriormente en un cineasta imprescindible en los films locales de auténtica raigambre porteña. Tango! recorría esa atmósfera musical con acordes y letras de otros no menos talentosos cultores de la época, Manuel Romero, Sebastián Piana, Rodolfo Sciammarella y Homero Manzi, entre otros.










1914 - Amalia Argentina Movie Y Enrique Garcia Velloso

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