Música con contenido social en Roca y San Martin
Música con contenido social se escuchó ayer por la tarde en la esquina de avenida Roca y San Martín, donde se agolparon frente a un improvisado escenario montado en la vereda, algunos jóvenes y muchos curiosos atraídos por la energía de la música. El recital se dio en homenaje a un nuevo aniversario de los fusilamientos ocurridos en nuestra Patagonia en el año 1921.Héctor, bajista de la banda Antihéroes comentó “fuimos invitados a tocar por la Sociedad Obrera de Río Gallegos para conmemorar un aniversario más de las huelgas patagónicas del año 1921, en que se declaró la huelga general y junto a algunas bandas que con sus letras representan la historia de la Patagonia trágica y venimos a recordar una parte olvidada de nuestra historia”.
La calle
El recital se realizó en la esquina de Roca y San Martín y al respecto Héctor manifestó ”elegimos tocar en la calle porque la calle es nuestra, es de los músicos, de los jóvenes; de todos y por una cuestión de que no necesitamos pedirle nada a nadie y los sentimos como un lugar mucho más nuestro” y luego agregó
“compartimos el escenario con la banda los Sentidos, que también tiene letras comprometidas socialmente y hace diez años vienen tocando y asimismo nos acompañó el cantante de PinchesKabrones ya que nuestro cantante se encuentra trabajando”.
Patagonia trágica
También el bajista de Antihéroes afirmó,
“fuimos invitados para el martes a estancia “La Anita”, cerca de El Calafate, para tocar allí, donde se fusilaron a más de 200 obreros, como parte de los actos por ese trágico día”.
En los años 1921 y 1922 se producen en la Patagonia dos huelgas
rurales por reclamos sociales por las duras condiciones de trabajo de los obreros rurales.
En la primera de ellas son violentamente reprimidos por la policía y por la "Liga patriótica", civiles armados por los estancieros de la Sociedad Rural y el Gobierno envía al ejército que, cumpliendo una especie de “función mediadora”, logra un convenio entre las partes. Retirado el ejército la patronal no cumple en absoluto el convenio, lo que desencadena la segunda huelga al año siguiente.
El Gobierno envía nuevamente al ejército, que fue recibido por los huelguistas como el “mediador” que “venía a hacer cumplir el convenio del año anterior”, pero esta vez no llegará como “mediador”, sino que desencadena una feroz represión con el fusilamiento de dirigentes huelguistas y de miles de pobres paisanos, sin juicio ni motivo, inocentes o culpables.
GAUCHO NOBLE
En la zona de Puerto Deseado, los huelguistas había elegido como dirigente a José Font, un gaucho entrerriano, domador, que por esa época se desempeñaba en la Patagonia como “carrero”, transportando mercadería por cuenta propia en aquellas inmensas distancias.
José Font no era “un revoltoso”. De gran ascendiente entre la gente humilde por su condición natural “hombre de palabra”, lo llamaban “Facón Grande” por su costumbre de llevar un cuchillo cruzado en su faja.
Cuando Facón Grande reconoce que no tenía enfrente a la policía si no al ejército, acepta el “arreglo” propuesto por un mediador, y se entrega con toda su gente, sus armas y sus caballadas.
Al entregarse Facón Grande ante el teniente coronel Varela, le extiende la mano presentándose, pero Varela desprecia el saludo y en cambio lo hace apartar y lo llevan a un galpón donde lo golpean y manean con alambre. No iba a permitirse Varela trato con un “civilacho”.
Facón Grande es luego cargado, atado a la caja de un camión y llevado a poca distancia donde es fusilado sin más trámite. Para mayor escarmiento y degradación, le quitan la faja para que, al ser fusilado, se le caigan las bombachas que inútilmente trataba de sostener con sus manos atadas, para tapar su vergüenza.
Así muere, como tantos otros, uno de nuestros paisanos.
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