Algo había hecho clic en mi, sabía qué era, solo debía hallar el lugar concreto para canalizarlo.
Casi 10 de la mañana. Se escuchan llantos. No entiendo mucho, solo sé que debía pasar alguien a censarnos, claro, era el 27 de octubre de 2010.
Me levanto con un ojo medio cerrado, ya había escuchado por adelantado la voz de una amiga de mi mama que ese día debería haber ido a censar a varia gente. Llegó a la cocina, tanto mi madre como su amiga, empapadas de lagrimas, no comprendía la situación hasta que mire la televisión, recuerdo que estaba puesto c5n. Sí, el líder del proyecto Nacional y Popular se había ido.
Describir lo que sentí en ese momento, me es muy difícil, sentí impotencia, algo de sorpresa, tristeza, era un mar de emociones. No me salían lagrimas, solo pensaba ¿Y ahora? ¿Qué pasará?. Fueron preguntas que muchos se hicieron. Tenia muchas dudas, se me habían venido a la cabeza, miles de recuerdos. Mamá y Papá militando para él Intendente; Mamá y Papá militando para él gobernador; Mamá y Papá militando para él, Presidente. Mi hermana y Yo con los bombos en la biblioteca de mi casa (teniendo ella 9 años y yo 13) cantando “Por La justicia social, por la unidad nacional, por el progreso vamos a votar, porque es el hombre ideal para cambiar el país, votemos todos Kirchner presidente”. Recuerdo todo como si fuese ayer, y no, no es una frase hecha, es que realmente, lo recuerdo todo muy fresco. Es raro, mágicamente me he ido un par de años atrás, me había puesto algo nostálgica. Se me estremece la piel.
Solo sabía en aquel momento, que ese hombre que decían que se fue, era aquél hombre, que me impulso, que me hizo decidir por comenzar a militar, saber que creyendo en la política, como alguna vez lo hizo él junto a Cristina, se podían cambiar las cosas, que es una gran herramienta de cambio, su magnitud es arrasante. Él me lo enseño.
Estaba convencida que era el momento, que la juventud se alzaría mas que nunca, que el pueblo se unificaría, que apoyarían a Cristina, que le darían fuerzas, y así fue. Millones de argentinos dándole el último adiós, mejor dicho dándole un caluroso saludo de “Hasta la victoria compañero” tanto fuera como dentro de la Rosada.
Jamás dejaré mis ideales de lado, siempre supe que algo había dentro de mi, que quería salir, era mi carácter político, mis ganas de hacer, de trabajar en esto. Sumarme a este proyecto incluso, donde todos tenemos la oportunidad de aportar desde lo mas mínimo a lo mas grande, hay que entrenarse, hay que saber que se puede.
Ya mucho no falta, para el aniversario del primer año de su ida. ¡Qué orgullo! Un riogalleguense, un gran ex Presidente que se fue dejando su legado a miles y miles de argentinos, que hoy por hoy continúan con el proyecto, que cada vez lo defienden con mas convicción. Saben que es la oportunidad de todos, de poder transformar en todos los aspectos a esta Argentina que Hoy es para todos.
Dalma N. Vidal
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