Una muchacha y su guitarra se fueron para poder cantar

Gisela Lepío es una artista riogalleguense que triunfa afuera de su tierra. Una de tantos otros talentos locales.

Como otros tantos artistas oriundos de nuestra ciudad capital, la historia de Gisela Lepío la encuentra con un presente muy productivo y en el cual no ha encontrado aún su techo; porque ya está triunfando en la gran ciudad con su propuesta musical. A punto de viajar a Buenos Aires, tuvo tiempo de hablarnos de su historia de vida y de los que más le gusta: la música. “Nací en Río Gallegos, terminé mis estudios secundarios y me fui a Buenos Aires con el fin de estudiar música en una escuela privada, pero como iba en busca de una beca, no se dio esta propuesta por lo que termine estudiando Comedia Musical. Al principio comencé en la escuela de Valeria Lynch, en la cual estuve durante un tiempo. Pero luego, por circunstancias particulares, volví a audicionar en la Escuela de Julio Boca y esta vez sí me fue bien, por lo que ingresé a estudiar con una beca. Era bastante complicado porque de las trescientas personas que éramos, sólo quedamos 18 seleccionadas para las dos sedes, una en Capital Federal y la otra en el interior”, indicó la artista. Además, agregó que “en esa escuela estudié tres años de comedia musical, en la cual incursioné en la danza, el canto y el teatro, como para hacer bien completa a mi formación en el aspecto musical. Lo importante de todo esto es que también me da una oportunidad para conseguir trabajo. Lo que sucede es que como sus dueños y docentes son gente de mucho prestigio y reconocimiento y quienes tienen la posibilidad de estudiar ahí, no les resulta tan complicado conseguir trabajo. Obviamente que también depende de las condiciones y aptitudes particulares de cada uno”. “En el caso de Valeria Lynch –continuó Lepío- una vez que la conocí más personalmente porque la veíamos muy seguido, ya que estaba presente en nuestras clases y se quedaba fuera de hora también; había veces que nos decía cosas muy lindas para ayudarnos, pero lo más destacable era que ella nos daba varias oportunidades, con el fin de no darnos por vencidos y lo que no nos salía terminaba saliéndonos por el sólo hecho de repetirlo y corregirlo. En ese sentido me pareció una persona muy humana y simple y sus cualidades como artista son impecables. Es una gran virtud que no todos tienen y en Valeria, por ser quien es, esas cualidades la engrandecen más”.

EL CAMINO
En la escuela de Valeria Lynch, Gisela Lepío trabajó durante tres meses en el Teatro Nacional realizando comedia musical que se llama La Mansión, con uno de los directores del establecimiento. Posteriormente, en la Fundación Julio Boca participó de un concurso cuyo premio era actuar una noche en el afamado Teatro Maipo, el cual ganó junto a otros chicos más, que eran de la institución. Cabe resaltar que Lepío aún no estaba dentro de la escuela de Julio Boca y el haber ganado este premio en cierta manera determinó su ingreso, al que accedió poco tiempo después. “Algo que quisiera destacar es que en estas academias de aprendizaje musical, la modalidad de estudio es muy parecida a la del producto televisivo Operación Triunfo. La gran mayoría de la gente que ejerce la docencia y con quienes realicé mis audiciones en estas academias, a quienes comúnmente se les conoce como los coutchs, son justamente las personas que trabajaron en este programa televisivo que resultó ser un gran éxito en nuestro país. Pero en este momento, estoy con algo muy importante para mí porque tengo un representante, con quien estoy trabajando muy distinto que antes pero mucho más profesional y me está realizando tratativas para un proyecto único en mi vida porque tiene contactos importantes en el exterior y por el cual tendré que irme del país. En este caso contactó a un productor independiente que está interesado en mi trabajo y quien a su vez tiene contactos dentro de una compañía discográfica mundialmente conocida y famosa, le gusta mucho lo que hago y cómo lo hago, más allá de los covers o versiones de otros que yo hago porque también tengo mi propio material que compongo y escribo”, expresó. De igual manera, la artista recalcó que si todo sale bien para fines de Abril o Mayo estaría partiendo rumbo a Norteamérica: “Saldré de la selva de cemento y probaré suerte en otra jungla más grande y donde están los artistas que quizás son los más importantes del mundo. La idea es cantar y aunque no resulten las cosas, igualmente cantaré”.

LOS RECUERDOS

Por otro lado, Lepío evocó los momentos de cuando aun era una adolescente más de nuestra ciudad: “Cuando me fui de Río Gallegos tenía una onda media hippie, y muy distinta de lo que era ahora. Partí con mi guitarra al hombro, porque también dejé mi banda de rock que en ese momento se llamaba Cuatro Torres; pero surgió una posibilidad de irme a estudiar música afuera, cuestión que no dudé y decidí probar, y hasta ahora las cosas están resultando. El primer año fue muy difícil porque extrañaba todo lo que había dejado acá, mis amigos y principalmente mi familia, quienes me apoyaron y me siguen apoyando constantemente. Era salir de mi casa, salir de mis afectos, pero también era salir de la dependencia típica de todo adolescente para tener que valerme por mí misma desde que me levantaba hasta que me acostaba todos los días. Otro factor distinto en mi vida fue que tuve un trato muy distinto en la gran ciudad a diferencia de Río Gallegos. Uno se acostumbra a un trato más cálido y efusivo con la gente, circunstancia típica de las pequeñas y alejadas ciudades como la nuestra, pero en la Capital Federal todo es diferente y no hay permisos para nadie; hay un ritmo muy acelerado, muy rápido y cada uno está en su propio mundo, por lo cual si te quedás te pasan cinco a la vez. Por eso entiendo y comprendo muchas cosas, ya que historias como la mía hay por miles porque veo diariamente a tantos chicos que buscan lo mismo que yo y en el mismo ambiente”, comentó. “Hoy a la distancia –prosiguió- estoy muy contenta porque veo que Río Gallegos crece y cada día más. En cuanto a los artistas, lo hay y muy buenos aunque no son tan conocidos como otros. Siempre supe que tenemos muy buenos talentos locales pero en lo personal me parece que tendrían que darles más importancia de la que tienen. Supe lo que pasó hace unos meses atrás por todos los problemas que vienen sucediendo con el ámbito del arte y la cultura, donde los músicos se solidarizaron y prestaron sus servicios sin interés alguno. En ese contexto, creo que, por un lado está bueno que los músicos puedan expresarse siempre y en todo momento, pero por otro creo que no es conveniente que sea todo por el mismo amor al arte y no haya una remuneración o por lo menos una serie de herramientas que los músicos precisan para mostrar lo suyo de la mejor manera. Sería interesante que tengan más oportunidades los artistas locales, ya que muchos tienen un gran talento pero no pueden mostrarse por diferentes motivos. Es verdad que pasa también por uno mismo el buscársela a la oportunidad, pero tiene que quedar claro que los hay y muy buenos porque seguramente tanto ellos como yo, por conseguir lo que deseamos, moriremos en el intento”, finalizó.