Era un estudio de cine argentino, fundado en 1933. Actualmente funciona  como productora y distribuidora de cine.
Primera década, nacimiento y ascenso :
Luis José Moglia Barth, quien había dirigido algunas películas mudas, le  propuso a don Ángel Mentasti, que era un importante comerciante de  películas, la realización de un largometraje sonoro con tangos en la  trama. De esta propuesta nacía Argentina Sono Film. Para llevar a cabo  la película, que llevaría por título precisamente ¡Tango!. Se trata de  una cabalgata musical, es decir, una sucesión de números musicales, en  que intérpretes populares, que ya eran conocidos por el público, se  lucían cantando y actuando. Para la película Mentasti contrató a Azucena  Maizani, Luis Sandrini, Libertad Lamarque, Mercedes Simone, Tita  Merello, Pepe Arias, Alberto Gómez, Alicia Vignoli, Meneca Tailhade, y  Juan Sarciones. También intervienen las orquestas de Juan de Dios  Filiberto, Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia, Edgardo Donato, Ponzio-Bazán y  Juan D’Arienzo. Completa el elenco el bailarín José Osvaldo Bianquet  (El Cachafaz).
Así, ¡Tango! (1933) fue el primer largometraje de la Sono Film, y fue  también el primero con sonido óptico del país. Algunos autores sugieren  que otros filmes sonoros, usando la misma tecnología, ya estaban  terminados antes de que se realizara Tango, pero el hecho cierto es que  fue la primera en estrenarse. Luis José Moglia Barth dirigiría ese mismo  año Dancing (1933) otra película musical sobre tangos, de la que no se  cuenta con copias actualmente.
La tercera producción de ASF, también dirigida por Luis José Moglia  Barth, será Riachuelo (1934), que terminaría de consagrar a Luis  Sandrini como estrella del cine del momento. Este y otros estrenos  fueron material de exportación, llevados a España. Dirigió también para  la Sono Film: ¡Goal! (1936), Amalia (1936), Melodías porteñas (1937),  Melgarejo (1937), El último encuentro (1938), Senderos de fe (1938),  Doce mujeres (1939), Una mujer de la calle (1939), Con el dedo en el  gatillo (1940), Huella (1940), Confesión (1940). Entre estas destacan  Amalia, que fue la primera versión sonora de una importante novela  argentina (de José Mármol), Melodías porteñas (que era otro musical  tanguero), Con el dedo en el gatillo (un policial de género) y Huella  (un film de ambiente histórico rural).
Hacia 1935 más de un director debutaba en el sonoro realizando películas  para ASF. Arturo S. Mom que solo había dirigido en 1930 un film mudo,  debutaba en el sonido dirigiendo Monte criollo (1935) un thriller, con  trabajada fotografía de Francis Boeniger (quien también había iluminado  Riachuelo y volvería a trabajar para la compañía) y escenografías art  decó a cargo de Juan Manuel Concado (quien venia desempeñándose como  director de arte desde los comienzos, en ¡Tango! y las que le  siguieron). Volverá a dirigir para la compañía en 1936 la comedia Loco  lindo.
También Mario Soffici dirigía El alma del bandoneón (1935), un melodrama  musical, de tono tanguero, con Libertad Lamarque y Santiago Arrieta.  Más tarde volverá a dirigir para la ASF, durante los años treinta:  Puerto Nuevo (1935), Cadetes de San Martín (1936), Viento Norte (1937),  Kilómetro 111 (1938), El viejo doctor (1939) y Cita en la frontera  (1940). En sus primeros films no solo demostró un estilo poco común para  su tiempo, sino que ya anticipaba también algunas de sus preocupaciones  sociales, pero no será hasta dejar la Sono Film que se consagrará con  Prisioneros de la tierra, película que no podría haber realizado en el  marco de los estudios.
Hacia 1936 hacía su aparición Luis César Amadori que dirigía junto a  Mario Soffici, Puerto Nuevo. Amadori venía del teatro y era además  crítico de espectáculos y compositor de tangos. Luego dirigiría  numerosas producciones de la Sono como El pobre Pérez (1936), Maestro  Levita (1937), Madreselva (1938), Caminito de gloria (1939) y El haragán  de la familia (1940). Todas sus películas del período consistieron en  relatos fluidos e ingeniosos, comedias sentimentales y enredos de  personajes en tramas de compleja resolución.
Sus relatos estaban inclinados hacia el costado social y en alguna  medida crítico, con un retrato de personajes marginales que buscaban un  lugar en la sociedad. Luego migraría hacia otro tipo de personajes, de  otro estatus social, con otra clase de conflictos a resolver. Luis César  Amadori también estuvo encargado de dirigir el doblaje de varias  películas animadas que la Disney encargó a Argentina Sono Film. Estuvo a  cargo algunos años después, de dirigir el doblaje de Pinocho (1940),  Fantasía (1941), Dumbo (1942) y Bambi (1943). En 1940 Amadori se  convertía en director de Argentina Sono Film, estudios de los que luego  llegaría a poseer más del 50% de las acciones, hacia fines de los años  cincuenta. Por su simpatía con el peronismo, se exilió en España en 1956  con la caída de la democracia.
Un caso muy curioso en la historia de la Sono Film, es el del director  de fotografía John Alton. De nacionalidad húngara, Alton llegó a la  Argentina de la mano de Enrique Telémaco Susini, para trabajar en los  estudios Lumitón, sin embargo, luego de Los tres berretines Alton tuvo  diferencias con el grupo y no trabajó más con ellos. Para la Sono  trabajó junto a varios directores como Luis Moglia Barth, Sóficci y  Amadori, incluyendo Amalia (1936), El pobre Pérez (1937) y Cadetes de  San Martín (1937), entre otros. Hacia el final de la década, regresó a  Hollywood donde se haría famoso años más tarde por su trabajo en  clásicos del film noir y ganaría el Óscar por An American in Paris  (1951) de Vincente Minnelli.
Luis Saslavsky trabajó para la Sono Film, fue convocado para dirigir a  Libertad Lamarque en uno de los más recordados melodramas: Puerta  cerrada (1939), en este film también hizo la fotografía John Alton y  según algunas fuentes este participó también de la dirección del film.  Saslavsky también dirigiría a Pepe Arias, en El loco serenata (1939). Su  estilo supo combinar un cine de entretenimiento con una búsqueda  estética novedosa. Saslavsky también tendría que exiliarse tiempo  después, durante 15 años, debido a la persecución ideológica durante el  período peronista. Luis Saslavsky junto a Alberto de Zavalía fundó  SIFAL, una productora independiente que sólo produjo dos filmes: Crimen a  las tres (1934) y Escala en la ciudad (1935).
Alberto de Zavalía también trabajó para la Sono, dirigiendo Dama de  compañía (1940) con Olinda Bozán, y La vida de Carlos Gardel (1939), un  drama musical con Hugo del Carril como Carlos Gardel. Intelectual, culto  y refinado se convirtió en uno de los realizadores esteticistas en los  comienzos del cine sonoro. La temática de sus películas oscila entre lo  histórico, lo popular, y algunas comedias, géneros que siempre realizó  con dedicación y oficio.
Otro director que se desempeñó en el ámbido de ASF fue Orestes Caviglia  quien había comenzado actuando, también para la Sono, bajo la dirección  de Luis Moglia Barth, Sóffici y Amadori. En 1938 dirigió su primer film,  Con las alas rotas, con Mecha Ortiz y Ángel Magaña. Luego logró dirigir  El matrero (1939) con Amelia Bence, todavía con la compañía y luego  dirigió otras películas mas sin mucho éxito. Durante el gobierno  peronista tuvo que exiliarse. Retornaría en 1956, pero solo volvería al  cine como actor.
El chileno Carlos Borcosque fue convocado por la Sono en 1939 para  dirigir Alas de mi patria, con Enrique Muiño y Delia Garcés, que según  algunos autores constituyó la más importante y espectacular realización  del cine argentino, al menos hasta los años ochenta. El famoso artista  Raúl Soldi fue director de arte en esta producción, así como lo fue de  la gran mayoría de los films de la Sono durante este período. También  Alberto Etchebehere, director de fotografía, estuvo a cargo de la misma  en este film, así como en muchos otros de la productora, desde los  comienzos, con ¡Tango!. Borcosque también dirigió ...Y mañana serán  hombres, un drama de tono familiar de 1939.
Cine de la Argentina :
El cine de la Argentina, ha sido históricamente uno de los tres más  desarrollados del cine latinoamericano, junto a los producidos en México  y Brasil.[1] A lo largo del siglo XX la producción cinematográfica  argentina, apoyada por el estado y avalada por el trabajo de una larga  lista de directores y artistas, se convirtió en una de las principales  del mundo en idioma castellano.
Introducción del cine al país :
Un poco después de la aparición del cinematógrafo, se efectuaba el 18 de  julio de 1896 en el Teatro Odeón la primera proyección cinematográfica  del país en la ciudad de Buenos Aires. Se trataba de los célebres cortos  de los Hermanos Lumière que se habían estrenado el año anterior en  París, Francia. Tiempo antes, también en esa ciudad se había importado,  sin mayores repercusiones, el espectáculo del kinetoscopio invento del  norteamericano Thomas Alva Edison. Estas actividades fueron durante  mucho tiempo no más que una forma de entretenimiento y actividad  comercial.
Primeras películas nacionales :
En 1897, el operador francés Eugenio Py realizó el documental La bandera  argentina que consistía en una vista documental de la bandera argentina  flameando en la Plaza de Mayo, se podría considerar a esta como la  primera obra cinematográfica nacional. Le siguieron Viaje a Buenos Aires  en (1900) y La revista de la escuadra argentina (1901). Por eso se  abrieron en Buenos Aires las primeras salas.
En los primeros años del siglo XX varios autores argentinos continuaron  experimentando las posibilidades del nuevo medio realizando noticieros y  registros documentales. Eugenio A. Cardini filmó Escenas Callejeras  (1901) y Mario Gallo realizó El fusilamiento de Dorrego (1908), que fue  la primera película con trama argumental.
La historia y literatura nacionales proporcionaron la temática básica  del cine argentino en sus comienzos. Uno de los primeros éxitos del cine  nacional fue Nobleza Gaucha, película realizada en 1915 por Humberto  Cairo, Eduardo Martínez de la Pera y Ernesto Gunche, inspirada en el  Martín Fierro de José Hernández. El primer largometraje sería Amalia  (1914), sobre la novela homónima de José Mármol. En 1917 se realizaba El  apóstol primer largometraje animado de la historia del cine, consistía  en una sátira al entonces presidente Hipólito Yrigoyen. Ese mismo año  debutaba Carlos Gardel en el cine, en el filme Flor de durazno dirigido  por Francisco Defilippis Novoa.
La llegada del cine sonoro :
La incorporación del sonido tuvo una gran influencia sobre el público.  En 1931 se filma Muñequitas porteñas dirigido por José A. Ferreyra sería  el primer filme sonoro y hablado por el sistema Vitaphone de  sincronización sonora. Pero en 1998 el reconocido periodista  investigador Roberto Di Chiara descubrio el primer film político  denominado "Por una Argentina grande, justa y civilizada" (1931) de  Federico Valle, en donde hablan Lisandro de la Torre, Mario Bravo, Julio  Noble, y otros, película desconocida por el pueblo argentino. Hacia  1933 se da la llegada del sistema Movietone, el primero que permite  guardar la banda sonora en el mismo soporte que la imagen. Nacen ese  mismo año los dos primeros estudios cinematográficos del país: Argentina  Sono Film fundado por Ángel Mentasti y Lumiton creada por Enrique  Telémaco Susini, César José Guerrico y Luis Romero Carranza. Luego  llegaría el sistema de sonido óptico inventado por Lee De Forest, el  Phonofilm. Con este equipamiento se grabaron numerosos números musicales  de Carlos Gardel, a la manera del actual video clip.
La industria del cine en la Argentina se inició en la práctica con la  llegada del sonido óptico. Con la incorporación del sonido, serán la  radio, la industria discográfica y el teatro de revistas los que  aportarán actores (voces) ya conocidas por la gente. La banda de sonidos  llegaría a ser tan importante que incluso se le exigía a los actores  que entonaran canciones, a pesar de no estar preparados para ello. Así  se puede llegar a considerar que el sonido es tan importante en el cine  argentino, dado que sin el posiblemente no hubiera existido una  industria. El cine mudo no había logrado en el país acceder a un gran  público.
Los dos primeros films sonoros (sin discos), estrenados con una semana  de diferencia fueron Tango (1933) dirigido por Luis José Moglia Barth y  producido por Argentina Sono Film, y Los tres berretines, protagonizada  por Luis Sandrini y producida por Lumiton. Lo siguen otros filmes  exitosos de la época, de Mario Soffici El alma del bandoneón (1935) y  Prisioneros de la tierra (1939); de Manuel Romero La muchachada de a  bordo (1936) y de Leopoldo Torres Ríos La vuelta al nido (1938), que  marcaron el momento de madurez del cine argentino en la década del 30'.  En esta época se consagraron estrellas como: Libertad Lamarque, Tita  Merello, Pepe Arias, Luis Sandrini y Niní Marshall.
El sistema Movietone significó la ganancia de miles de pesos para las  flamantes productoras, que pudieron seguir expandiéndose. Se había  creado un público, gracias al sonido, en esta época, el sonido será  pues, sinónimo de mercado, convierte al cine en un producto de consumo  popular. Lo que se está vendiendo en esta primera época es producto ya  conocido, pero que puede ser gozado en la oscuridad de la sala de cine,  allí se daría una relación de proximidad con cantantes, bailarines u  orquestas populares, por tan solo unos centavos de entrada.
A medida que se avanzó en la producción de filmes sonoros, la  integración de imagen y sonido se fue haciendo más orgánica. Las  películas ya no eran números musicales, o escenas mudas musicalizadas,  sino que se lograba lo que denomina Síncresis, la unión indisoluble de  los aspectos visuales y sonoros del filme, dando lugar a un cine mucho  más rico y ya con identidad propia, dejando de lado los vicios del cine  primitivo.
El cine clásico :
A partir de 1940 el cine argentino entró en un largo periodo de crisis  cinematográfico determinado por la competencia comercial del cine  estadounidense y el predomino del cine mexicano que estaba en su "Época  de Oro" y dominaba el mercado en los países de habla hispana. Algunas de  las grandes películas de la década fueron Historia de una noche (1941) y  La dama duende (1945), ambas de Luis Saslavsky; La Guerra Gaucha (1942)  y Malambo (1945) de Lucas Demare y Hugo Fregonese; Pelota de trapo  (1948) y Crimen de Oribe (1950) de Leopoldo Torres Ríos, y Las aguas  bajan turbias (1952) de Hugo del Carril.
En esa década saltan a la fama las hermanas gemelas actrices Mirtha  Legrand y Silvia Legrand.
El primer nuevo cine argentino :
Desde 1957 una nueva generación de directores consiguió aunar la  habilidad técnica con el refinamiento estético, por lo que se consiguió  participar en festivales internacionales. Leopoldo Torre Nilsson,  Fernando Ayala, David José Kohon, Simón Feldman y Fernando Solanas,  fueron los protagonistas de esta renovación del cine argentino en la  década de 1960.
Un caso excéntrico es el de Hugo Santiago, creador de un film de culto,  Invasión y Los otros emigrado definitivamente a Francia. Posteriormente  otros directores consiguieron su estilo cinematográfico, como José  Martínez Suárez, Manuel Antín, y Leonardo Favio. En el cine infantil de  dibujos animados se destaca Manuel García Ferré (Petete y Trapito, 1975;  Ico, el Caballito Valiente, 1981).
El cine de la post dictadura :
En la década del 80, realizadores como María Luisa Bemberg con Camila  (1984), Pino Solanas (El exilio de Gardel (Tangos), Sur), Luis Puenzo  (La Historia Oficial) y Adolfo Aristarain (Tiempo de revancha, Un lugar  en el mundo), atrajeron la mirada de nuevos públicos.
El segundo nuevo cine argentino :
En la década del noventa surge una nueva corriente denominada comúnmente  como nuevo cine argentino, marcada por el carácter independiente de las  realizaciones, y un cambio en la mirada. El precursor en este  movimiento es Martín Rejtman quien hace en 1991 su ópera prima Rapado.  Otro filme que marca un punto de inflexión en la realización es Picado  fino (1994) de Esteban Sapir. Sin embargo no será hasta 1998 que estos  nuevos realizadores logran tener una mayor difusión. La primera película  que tiene una repercusión pública, dentro de esta nueva generación, es  Pizza, birra, faso, de Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano. A esa le  siguieron Mundo Grúa (1999) de Pablo Trapero y otras que continuaron esa  línea de películas de tónica y personajes reales, bajo presupuesto y  actores no conocidos.
Desde los comienzos y hasta nuestros días se han estrenado casi 2.500  películas argentinas, siendo los años 2004 y 2005 con 66 y 63  respectivamente, los que registran la mayor cantidad de estrenos.
En 2009 se estrenó la película El secreto de sus ojos, de Juan José  Campanella, basada en la novela "La pregunta de sus ojos" de Eduardo  Sacheri. El film cuenta con las actuaciones de con Ricardo Darín,  Soledad Villamil, Guillermo Francella y gran elenco. Superando los  2.000.000 de espectadores, se convirtió en la película argentina más  taquillera de toda la historia del cine nacional, superando a "Nazareno  Cruz y el lobo" de Leonardo favio, estrenada en los años ´70.
Cine Independiente Argentino :
Alberto Fischerman estrena su ópera prima, The Players versus Ángeles  caídos. El film, un trabajo experimental con elementos reconocibles de  la cultura pop, se presenta como ejemplo de cine-participación (desde la  configuración de film-abierto, según los postulados del semiólogo  Umberto Eco sobre la obra abierta). En abril de 2002, Hernán Andrade y  Víctor Cruz presentaron en dos funciones a sala llena (dentro del Buenos  Aires IV Festival Internacional de Cine Independiente) su documental La  noche de las cámaras despiertas. Basado en el texto homónimo de Beatriz  Sarlo sobre los hechos de censura sucedidos precisamente a comienzos de  los '70 en la obra del llamado entonces Grupo de los 5 (que integraban  junto a Fischerman, Ricardo Becher, Raúl de la Torre, Nestor Paternostro  y Juan José Stagnaro). En el medio se tensa una linea histórica, difusa  e intensa a la vez, de lo que dio en llamarse Cine Independiente  Argentino.

Raúl de la Torre  :
Fecha de Nacimiento: 19 de febrero de 1938
Lugar:  Zárate, Buenos Aires, Argentina
Fecha de Muerte: 19 de marzo de  2010
Lugar: Ciudad de Buenos Aires, Argentina ( paro  cardiorrespiratorio)
Nacionalidad:  argentina
Director:
1.  Peperina (1995)
2. Funes, un gran amor (1993)
3. Color escondido (1988)
4. Pobre mariposa  (1986)
5. Pubis angelical (1982)
6. El  infierno tan temido (1980)
7.Sola (1976)
8. La revolución (1973)
9. Heroína (1972)
10. Crónica de una señora (1971)
11. Juan Lamaglia y Sra.  (1970)
Co-dirección:
1. The Players vs.  Ángeles caídos (1969)

 La Guerra Gaucha 1942
Guionista:
1. Peperina  (1995)
2. Funes, un gran amor (1993)
3. Color escondido (1988)
4. Pobre mariposa (1986)
5.  Pubis angelical (1982)
6. Sola (1976)
7. La revolución (1973)
8. Heroína (1972)
9. Crónica de una señora (1971)
10. Juan Lamaglia y Sra.  (1970)
Intérprete:
1. Peperina (1995)  Policía
2. Juan Lamaglia y Sra. (1970)
Producción:
1.  Sola (1976)
Música:
1.Color escondido  (1988)

Argentina Sono Film S.A.C.I.: Compañía productora y distribuidora  fundada en 1933 por el pionero del cine argentino Ángel Mentasti.
TANGO! el primer film sonoro argentino (*)
"Tango, tango y meta  tango. He aquí, y en pocas palabras, la síntesis más cabal de esta  película que reúne en su elenco a lo más importante de nuestra música  ciudadana."
Así calificó un crítico de la época a "Tango!", el  primer film sonoro argentino que se estrenó el 27 de abril de 1933 y se  constituyó no sólo en la primera película nacional hablada y cantada,  sino en un éxito de público y en la semilla germinal de Argentina Sono  Film, su productora. Con un costo total de 20.000 pesos, en una semana  se recaudó la inversión. Tango! reunió en su elenco a lo más popular y  querible de los espectadores de aquella época. Los nombres de Libertad  Lamarque, Azucena Maizani, Luis Sandrini,Tita Merello, Pepe Arias,  Alberto Gómez, Mercedes Simone, Alicia Vignoli y Juan Sarcione se unían a  las orquestas de Edgardo Donato, Juan de Dios Filiberto, Osvaldo  Fresedo, Pedro Maffia, Ernesto Ponzio, Luis Visca y Juan Carlos Bazán.  Si bien Libertad ya había tenido su presencia en el cine mudo, ésta es  la primera vez que se la ve y escucha en una pantalla. Podemos decir que  es el nacimiento de la gran estrella, la novia de América, que quizás  no imaginaba que llegaría a filmar mas de 60 películas en tres países;  Argentina, México y España. La película, que recorrió con igual suceso  las pantallas de nuestro país y las de toda América latina, fue dirigida  por Luis Moglia Barth, un realizador que, contagiado del fervor de los  fundadores de Argentina Sono Film, se convirtió posteriormente en un  cineasta imprescindible en los films locales de auténtica raigambre  porteña. Tango! recorría esa atmósfera musical con acordes y letras de  otros no menos talentosos cultores de la época, Manuel Romero, Sebastián  Piana, Rodolfo Sciammarella y Homero Manzi, entre otros.

1914 - Amalia Argentina Movie Y Enrique Garcia Velloso